Una persona perversa resuelve hacer un presente a una persona pobre por su aniversario e ironicamente manda preparar una bandeja llena de basura y desperdicios. En presencia de todos, manda entregar el presente, que es recibido con alegria por el agasajado. Gentilmente, el agasajado agradece y pide que le esperen un instante, ya que le gustaría poder retribuir la gentileza.
Tira la basura, lava la bandeja, la cubre de flores y la devuelve con un papel, donde dice: “Cada uno da lo que posee”.

Así que...
... a no estar tristes con la actitud de algunas personas; ni perder la serenidad. La rabia hace mal a la salud, el rencor daña el hígado y la cólera envenena el corazón.
... a dominar las reacciones emotivas. No arrojando leña en el fuego del aborrecimiento.
... a no perder la calma; sino pensar antes de hablar y no ceder a la impulsividad.
“Guardar resentimientos es como tomar veneno y esperar que otra persona muera”