11 agosto, 2007

Sobre docentes e in-satisfacciones

En la línea de desarrollo que canta que los seres humanos nacen/crecen/se reproducen/mueren, habría que añadir a- demás y su vida transcurre en... guardería/nidito/prekinder/kinder/colegio/universidad/escuela de postgrado, además... (dependiendo gustos, intereses, recursos) cursos de inglés/ computación/ clases de música/pintura/deporte/... Claro que esto último paralelamente a lo anterior. Todavía recuerdo que en mi época colegial las vacaciones no eran de lo más deseado, ya que según mi padre eran una "oportunidad para cambiar de actividad", así que había que escoger entre artes, deportes, idiomas, etc o más bien había que recordar la actividad de la última vacación y ver que tocaba.

La cuestión es que se pasa gran parte de la vida sentad@ frente a una persona es responsable de propiciarte "conocimiento" y además debe avalar NO que él fue capaz de hacerlo; sino que tú fuiste capaz apropiarte de dicho conocimiento. En la universidad suele escucharse en época de inscripción - ¿Y que tál es "x" materia"?, - Ah eso depende..., -¿Depende de qué?, - Cón que docente la llevás. Y vaya que es cierto. Un profesor, entre otros factores claro, puede inducirte a amar una asignatura o a detestarla. Lamentablemente muchas veces, toca encontrar con pinza a los primeros, pero de que los hay es cierto. Más que una cuestión de métodos, dominio de tema o años de experiencia, creo que es una cuestión de vocación. Me ha tocado escuchar una extravagante presentación de títulos, honores y logros alcanzados el primer día de clase, en una autopresentación obviamente, que me dejaron con expectativas al tamaño del mundo; y sin embargo después de algunas clases concluyo en que lo mejor será buscar los temas en un libro y sólo presentarme al examen.

En estos ya largos años de sentarme frente a ellos, pienso que lo que me motivó a que yo hoy dedique la mitad de mi tiempo a hacer lo que ellos hacen fue justamente el descubrir una de mis pasiones motivada por una docente que amaba lo que hacía (además de los títulos, honores y logros); pero eso fue sólo la mitad del impulso ya que el otro empujón lo dieron el otro grupo de docentes (entre ellos déspotas, engreídos, irresponsables y hasta los simplementes desubicados) con los que me quedó claro lo que no debo, ni quiero hacer.

Entre tantas teorías, aplicaciones y metodologías para comprender el proceso enseñanza/aprendizaje y desempeñarlo de la mejor manera , nada mejor que un buen ejemplo. Resulta que esta semana empezé clases en la U y descubrí, mientras uno de los docentes daba su primer clase, que tendré la satisfacción aprender una materia dictada por alguien, que además de saber lo que hace, lo disfruta.

2 comentarios:

Deivyd dijo...

Realmente es una gran responsabilidad el hacer clases porque conlleva eso, que alguien se apasione por lo que ensenas o se vaya lejos jejeje bueno, lo interesante es que un buen profesor inspira a mas futuros buenos profesores, asi que practicamente el futuro esta en nuestras manos...

Ana Paola dijo...

Así es Deivyd.
Adelante con la Maestría!

Un abrazo hasta Chile!